martes, 5 de febrero de 2008

El hábito de no desayunar.

Un efecto del hábito de no desayunar es el que tiene que ver con el condicionamiento del gusto. Los sabores que producen la sensación de saciedad y alivian el hambre tienden a convertirse en los preferidos de las personas.Cada vez que una necesidad nutritiva que deberías de haber satisfecho mediante una alimentación regular, equilibrada y de sabores suaves, la resuelves mediante un consumo exagerado de productos extremadamente calóricos y de artificiales sabores potenciados, se refuerza un poca más tu preferencia por ese tipo de productos, y los alimetnos tradicionales y adecuados descienden un poco más en tu escala de alimentos preferidos.Esto sucede entre la mayoría de las personas que acuden a clase sin desayunar correctamente, y que sacia su hambre a media mañana con productos de pastelería ricos en grasas y azúcares.Por eso no es extraño que luego muestres una marcada preferencia por este tipo de nutrientes que son, lo más ricos en calorías y los que más contribuyen a ganar peso. Más información:!Quiero Chuches! de Isaac Amigo y José Manuel Errasti. Desclée. Aprender a ser.Educación en valores.

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