martes, 16 de junio de 2009

Educación para la Salud: Ayudar a crecer


EDUCACIÓN PARA LA SALUD: Ayudar a crecer

Cada cual tenemos una idea acerca de la maternidad, la paternidad, la familia, las rela-ciones con los hijos y las hijas, etc.
La maternidad y la paternidad son consideradas de diversas maneras: como una incli-
nación humana, como una elección personal, como un rol social, etc. En cualquier caso, en toda sociedad existen modelos dominantes de ser padre y de ser madre, modelos cam-biantes que se van reelaborando lentamente en función de la evolución histórica de cada sociedad. Siempre, además de algo meramente personal, son hechos de gran trascendencia social.
Algunos modelos socioculturales respecto a la paternidad y maternidad existentes en
nuestra sociedad actual son:
- Exaltación del estado de la maternidad y paternidad; parece que lo más importante
que una mujer puede hacer es procrear, que el deseo de tener una hija o un hijo es prácti-camente universal. Existe además una acusación de ser egoísta si se elige no tener descen-dencia.
- Hiperresponsabilidad e incluso culpabilización a las madres y padres de los errores,defectos, porvenir, etc, de sus hijas e hijos.
- Muchos conocimientos y circulación cultural sobre la educación de los hijos e hijas: revis-tas, programas de radio y TV, libros, etc.
- Potenciación de la influencia de una persona “experta” (psicólogía, pedagogía, pediatría) en el cuidado y educación de los hijos e hijas, junto con una deslegitimación de las capacidades “profanas”, o sea, de las madres y padres.
- Aunque se han perdido algunos caracteres y funciones y han aparecido otras nuevas
(igualdad entre el hombre y la mujer, nuevos modelos familiares, cambios en el reparto de tareas en el hogar, nuevo rol de padre...) preferentemente el varón sigue siendo el sustento y detentando la jerarquía y la mujer se encarga de la casa y el cuidado y la educación de las hijas e hijos.
La familia es uno de los principales agentes de socialización pero también hay otros: la escuela, los grupos de iguales, los medios de comunicación, etc.
El hijo o la hija parte de una notable desigualdad biológica frente a sus padres a la que se va añadiendo, conforme crece, una desigualdad socioeconómica (distintos papeles, dependencia económica, etc.), El o ella, a lo largo del proceso de socialización, también aprenderá a comportarse como la sociedad espera y a esperar un determinado comporta-miento del resto de personas.