viernes, 19 de junio de 2009

Afectos y sexualidad en los centros escolares


La sexualidad humana está vinculada a los afectos.
Afectos y sexualidad nos acompañan a lo largo de toda la vida y en la adolescencia se constituyen en uno de los centros de preocupación, ya que es la etapa en la que las relaciones elegidas entre quienes comparten edad, centro de estudios, barrio,
actividades deportivas, etc., empiezan a configurarse como importantes y van ganando terreno a las que tienen lugar en la familia.
Como modelo de educación afectivo sexual, utilizamos el que Félix López llama modelo biográfico, basado en la libertad personal, sin obviar la participación de la sociedad de la que formamos parte, y que propugna valores como la ética del consentimiento, la igualdad entre los sexos, la lealtad interpersonal, el placer compartido, la responsabilidad compartida, la autonomía emocional y la igualdad de las distintas orientaciones sexuales.
Sabido es que los afectos son importantes en la vida de todos, tanto de chicas como de chicos, pero que aún pervive la idea de que las cuestiones relativas a afectos y sentimientos son más propias de las chicas que de los chicos, juzgándose en ellas como “natural” lo que en ellos se valora como “debilidad”, esto es, el dedicar tiempo de preocupaciones y conversaciones a asuntos afectivos.
Esta diferente percepción tiene su origen en los estereotipos de género que todavía perviven con fuerza en nuestra sociedad. El reto es, siguiendo a María José Urruzola, que tanto las alumnas como los alumnos adquieran las capacidades básicas para su desarrollo humano: la autonomía personal, la capacidad de ser responsables del propio proyecto de vida, el desarrollo de la afectividad, la capacidad de
comunicación, la inteligencia, la creatividad, la actividad y la eficiencia. Específicamente, el logro de la autonomía personal y emocional de las chicas y que los chicos desarrollen la ética del cuidado, la expresión emocional y la empatía para la convivencia.
Es necesario trabajar en el centro escolar tres aspectos importantes en la formación de la afectividad y la sexualidad: la autoestima, la igualdad entre chicas y chicos y la igualdad entre las diferentes orientaciones sexuales.
Estos aspectos deben estar presentes a lo largo de todo el desarrollo de un programa de educación afectivo sexual.
Guía Ni ogros ni princisas del Gobierno del Principado de Asturias.