lunes, 27 de octubre de 2008

Relaciones sexuales y anticonceptivos

Los embarazos no deseados siguen siendo un problema importante para la juventud. No se pretende
asustar, pero sí informar de los riesgos y de cómo evitarlos con el uso de los métodos anticonceptivos.
Es necesario advertir que, algunos de estos embarazos se producen en situaciones de pérdida de la
voluntad por el consumo del alcohol o de otras sustancias, y hacer hincapié en que una persona sólo
debería mantener relaciones sexuales coitales con quien y cuando realmente lo deseara, sin ningún tipo
de presión o coacción.
En Asturias, el número de embarazos de adolescentes (menores de 20 años), es en la actualidad
sensiblemente menor que a comienzos de los años noventa: 810 en 1990 y 369 en 2005. Pero también
el número de mujeres de esa edad ha descendido de forma importante; por ello es necesario relacionar
el número de embarazos con la población de mujeres adolescentes, para poder valorar la situación.
La tasa de embarazo (número de embarazos por cada 1000 adolescentes) presentó una tendencia
descendente en la década de los noventa. Sin embargo, a partir de 1999, se apreció un incremento,
llegando a 16 embarazos por cada 1000 adolescentes en 2005. Esta cifra no es alarmante, ya que está
sensiblemente por debajo de la media estatal, que fue de 23 en ese mismo año 2005.
No obstante, seis de cada diez embarazos de adolescentes asturianas terminan en aborto, lo cual señala
que, al menos, éstos son no deseados y, por tanto, sería necesario poner en marcha los mecanismos
necesarios para prevenirlos.
El Programa de Dispensación de la Píldora Postcoital, que se puso en marcha en julio de 2005, está
siendo ampliamente utilizado por las adolescentes. Aunque sólo se tiene información por edad del 55%
de las píldoras prescritas, las adolescentes presentan la tasa más alta de utilización. Se sabe que hay
un 10% de reincidentes, aunque esta información no está desagregada por edad. La utilización repetida
de esta píldora podría, además, entrañar riesgos para la salud de las mujeres. Debemos insistir en que
la píldora postcoital debe ser utilizada como una alternativa de emergencia y no de forma habitual.
Así pues, las mujeres siguen siendo las responsables de la contracepción y además ellas y sus parejas,
al no utilizar preservativo, están en riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el VIH,
sobre todo en unas edades en las que es frecuente tener varias parejas simultáneas o sucesivas.
Es, por tanto, necesario abordar que la contracepción debe ser una responsabilidad compartida, facilitando
la información necesaria sobre los distintos métodos y la accesibilidad a los mismos

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