sábado, 1 de diciembre de 2007

Educación para la Salud: ¿qué es?

El concepto de salud es algo dinámico por la evolución y los componentes que se van asumiendo con el paso del tiempo y también por el “continuo salud-enfermedad”. Toda persona se está moviendo a lo largo de su vida y en distintos momento de su ciclo vital entre la pérdida de salud y entre el óptimo de salud. Sobre esta evolución se puede actuar controlando o influyendo sobre las causas de las enfermedades y sobre las causas de la salud y aquí está el principal papel de la promoción de la salud y dentro de ésta el de la Educación para la Salud.
Muchos profesionales asumimos las premisas recogidas en la Carta de Ottawa, consecuencia de la primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud realizada en 1986 “la paz, la educación, la vivienda, la alimentación, la renta, un ecosistema estable, la justicia social y la equidad”, son mínimos que deben estar presentes para la consecución de una buena salud. Al asumir también que los factores determinantes de la salud son los estilos de vida, el medio ambiente o entorno, la biología humana y el sistema de asistencia sanitaria, tenemos la intención de colaborar, desde nuestro campo de trabajo con la población, sus representantes y asociaciones, en el mantenimiento y mejora de nuestro entorno y estilos de vida de las personas con las que nos relacionamos, y en la difusión de uso adecuado del sistema sanitario.
Conocemos que dentro de los estilos de vida no saludables deben de destacarse el abuso de tabaco y alcohol, la vida sedentaria, la alimentación no saludable y la mala utilización de los servicios sanitarios. En el medio ambiente hay que tener en cuenta no sólo la contaminación biológica física y química, sino también el ambiente psicosocial, sociocultural y socioeconómicos en el que vivimos inmersas las personas. Los determinantes más influyentes sobre la salud son los estilos de vida y el medio ambiente. Por estilos de vida se entiende el conjunto de comportamientos que adopta la personas ante múltiples opciones posibles, siendo adoptados muchos de esos estilos, por la influencia de los procesos de socialización de la personas en actividades cotidianas que suceden en la familia, amistades, en definitiva el medio ambiente social en el que vive. Es por eso que es sobre los estilos de vida donde se debe actuar, prioritariamente en la Escuela, pero también en los demás ambientes sociales, antes mencionados. Entendemos la gran importancia que tiene la Educación para la Salud a través de su influencia sobre los factores más determinantes de la misma, aportando estrategias que permitan a las personas y a la comunidad la consecución de estilos de vida sanos y de un entorno adecuado.
Por Educación para la Salud (en adelante escribiré EpS) (como comentan varios autores) no se debe entender la simple transmisión de información sobre conocimientos de enfermedades o las campañas sanitarias realizadas en estos tiempos sobre un determinada enfermedad donde sólo se planteaban objetivos de sensibilización de la población, se debe entender como “un proceso de comunicación interpersonal dirigido a proporcionar la información necesaria para un examen crítico de los problemas de salud y a responsabilizar a las personas y grupos sociales de las opciones que tienen efectos directos o indirectos sobre la salud física y psíquica de las personas y de la comunidad. No sólo la información, sino también, el responsabilizar a las personas y comunidades de su propia salud según las opciones que cada cual adopte. La EpS supone facilitar la adaptación voluntaria de los comportamientos de los responsables, de los técnicos y de la población a través de experiencias de aprendizaje complementario que mejoren la salud de las personas y de la colectividad. Esta definición plantea la EpS no como algo circunstancial y asilado, sino como un proceso programado de aprendizaje. En definitiva entendemos la EpS como la define la OMS en 1983, como “conjunto de actividades de información y educación que estimulan a las personas a querer disfrutar de buena salud, saber cómo alcanzar dicho objetivo, hacer todo lo posible individual y colectivamente para conservar la salud y recurrir a una ayuda en caso necesario” , esta definición responsabiliza a la persona de su propia salud en contraposición con lo que históricamente ha sucedido, delegar en gobiernos, asistencia sanitaria, incluso a la magia o religión, nuestra salud.
En este marco y entendiendo la promoción de la salud como el proceso dirigido a conseguir que las personas y la comunidad en general lleguen al máximo control de los factores determinantes de la salud, consideramos que la Educación para la Salud es la que se encarga de actividades concretas en este proceso, es decir, el medio para conseguir la promoción de la salud a través del fomento de la salud, consiguiendo personas formadas e informadas para su propio autocuidado y para poder participar en la comunidad y exigir con mayor conocimiento de causa a los poderes ejecutivos la realización de programas saludables. 1
Es de destacar que siendo los estilos de vida y el entorno, los factores más influyentes en la salud, en los países desarrollados se gaste “todo” el dinero en la asistencia sanitaria, un 90% que sólo influye en la salud un 10%, mientras que los recursos para promover estilos de vida saludables y entornos adecuados son escasos. Esta distribución del gasto puede ser debido a que hasta ahora todo se ha dirigido hacia la enfermedad y no hacia la salud. Este es el momento en el que cubierta esta necesidad, se debe y se está haciendo, un mayor esfuerzo y una mayor inversión en salud.

1-Basado en la tesis doctoral de D. Domingo Martín Rivas Profesor de la Universidad de Salamanca.
http://www.adeps.org/

2- Educación para la salud Ecuación para la vida. Guía para el profesorado y profesionales del ámbito comunitario. Paga59

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