viernes, 1 de febrero de 2008

La familia

Poco a poco, a veces de manera brusca, te das cuenta de que tu relación en casa, con tus hermanas o hermanos y, sobre todo, con tu padre y madre, ha cambiado.Empiezas a descubrir que son diferentes, con cantidad de defectos que hasta ahora no habías notado. Y, sobre todo, te pesa que no siempre sean capaces de entenderte. Parece qu no quieren ver que te has hecho mayor. Te siguen tratando como en la infancia, controlando tus salidas, preocupándose por tus amistades y costumbres.están pendientes de tus buenas y malas caras, te reprochan tus secretos, tu forma de vestir, tu falta de colaboración en casa...Te están agobiando con sus consejos, regañinas y recomendaciones continuas.No comprenden tu necesidad de libertad y autonomía. No quieren que tengas tus propias ideas y qeu lleves el tipo de vida que te gusta.
Visto desde tu lado es así, pero piensa que estáis viviendo una situación nueva y difícil: tu, la de dejar atrás la niñez; tu familia, la de abandonar el papel de padre y madre imprescindibles, personas protectoras y perfectas, al que han dedicado una parte importante de su vida, gustosa y desinteresadamente. Todo se puede hablar y discutir. Siempre es posible llegar a acuerdos o pactos sobre vuestras diferencias. Para tu familia puede ser válido y enriquecedor que seas capaz de exponer tus inquietudes, deseos e ideales, razonablemente.
Si son capaces de recordar su propia adolescencia podrán apoyarte, ayudarte cuando se lo pidas y entenderán tu malestar y reacciones.Se producirá así una aproximación, un reconocimiento entre personas que os queréis y necesitáis.

No hay comentarios: